Y para poder formular esta pregunta, antes tenemos que definir quien es nuestro cliente. Y no, no quiero que lo hagas con la visión limitativa de responder a: ¿a quién podría venderle yo algo? Sino con actitud de abundancia, pensando en: ¿a quién me gustaría vender? ¿quién me gustaría que fuera mi cliente? Debes buscar tu cliente ideal, tu cliente aspiracional, a lo que llamaremos: Tu avatar.
Este ejercicio lo puedes hacer desde tres puntos de vista:
– Pensando en ti, personas como tu o tu yo-pasado: En este caso te será fácil encontrar información y responder a todas las preguntas para definir a tu avatar.
– Pensando en el mejor cliente que has tenido y con el que te encantaría repetir: En este caso la investigación se complica un poco, pero si tienes acceso a ese cliente puedes solucionarlo fácilmente haciéndole una entrevista.
– Pensando en tu cliente soñado: ¡Cuidado! Esto puede ser lo más fácil (inventarnos a una persona) pero el problema vendrá si nos encontramos con que no existe o no es cómo realmente pensábamos. No es difícil idealizar. Si quieres que tu avatar sea un prototipo de persona de la que no tienes apenas información te recomiendo hacer previamente una encuentra o estudio en profundidad antes de construir un negocio sobre un hipotético avatar.
Y llegados a este punto, ¡ha llegado el momento de tomar acción! Adjunta encontrarás la plantilla (que puedes ver en la siguiente imagen) para completar los campos.